Universo e HidroTerra. Génesis. Milagro y Misterio de la Vida

En coordinación, compatibilidad e interdependencia con lo universal, se corrobora que la Crio-Energía (C.E. frio y obscuridad) en cualquier ámbito cósmico y natural, sin influir ni supeditarse a dimensiones, volúmenes, densidades y masas de los elementos, substancias, compuestos y funciones de astros y objetos energéticos-espaciales es la energía suprema. La Termo-Energía (T.E. calor y luz) simboliza su conversión y exposición a energía calorífica y brillante (fuente de vida), manifestándose en estrellas y núcleos de planetas rocosos.

Es decir, la Crio-dinámica representa la energía potencial del infinito firmamento, concentrada, acumulada y almacenada en el Vasto Vacío Vital (V.V.V.), donde persisten nebulosas extremadamente heladas de vapor de agua, así como en las capas superiores de atmósferas, cortezas de planetas y satélites sólidos, en astros gaseosos, envolviendo a estrellas y sistemas planetarios. La Termodinámica simboliza la energía cinética que acciona movimientos, cambios astronómicos, moleculares, nucleares, en oquedades de agua congelada…

En HidroTerra la Vida es Posteridad o Confinamiento de la Energía Alma-Espiritual (TE-Termodinámica). En el Universo la Muerte es Liberar la Energía Alma-Espiritual (CE-Criodinámica)… De comprenderse así e imaginar que la energía es eterna, es imperecedera, es viable afirmar que la vida terrestre y la eventual existencia cósmica son milagros, misterios e indescifrables secretos. En circunstancias y proyecciones similares se encuentra la muerte como la liberación del alma espiritual (energía) y la reintegración de la materia y el agua a sus ciclos geológicos e hidrológicos. La vida y la muerte son equivalentes Son un enigma inescrutable, son un concepto superior… divino. Si la vida y la muerte son equivalentes pero contrapuestas; entonces son sabiduría y objetivos interrelacionados.

De visualizarse así, el origen de las Estrellas se deriva de las oscilaciones del binomio Temperatura-Presión y de las sucesivas actividades de la Cavitación Circular e Implosión Concéntrica (C.C. e I.C.) lo cual genera poderosos vórtices de Nebulosas de Hidrógeno surgidas del profundo, obscuro y súper-frio V.V.V. Este fenómeno cósmico es similar a los ciclones, huracanes, tifones, tornados, monzones, sólo que los Vórtices Espaciales o Galácticos -por sus cualidades- son comparables a las tormentas invernales de baja temperatura y alta presión.

Si estos gigantescos astros surgen de la acumulación de fotones de luz -partículas muy pequeñas-, así como sus correspondientes sistemas planetarios y satelitales, se afirma que cualquier forma de vida -sea humana, animal o vegetal-, también aflora de microscópicos entes que se desarrollan y transforman en otras especies cada vez más complejas y perfeccionadas. Sin duda, las formas de vida nacen de la conjunción de los vitales elementos: aire (energía: oxígeno y nitrógeno), agua (energía: oxígeno e hidrógeno), materia (minerales diversos), luz y calor (T.E.) que al conjuntarse a partir de minúsculas partículas hidroenergéticas y minerales inorgánicos, se convierten en seres vivientes de diversas dimensiones, con cualidades propias, características especiales y distintivas, lo cual constata lo enigmático de la existencia, en el único planeta habitable del ilimitado y desconocido Universo.

Al reflexionar en cualquier modus vivendi terrestre y cómo surgen las formas de energía confinada en átomos, células, núcleos, órganos, correlacionadas con elementos energéticos y substancias acuosas; proceso que origina las múltiples expresiones de vida aérea, superficial y acuática, se produce un misterio irrepetible e inimaginable milagro ante los diversos cambios y evoluciones de los nuevos seres que nacen de sorprendentes conformaciones y configuraciones celulares. De entenderse así, cada existencia visible e invisible es un intrincado cosmos pero correctamente estructurado, coordinado e inigualable. Cada ser viviente es diferente, aunque tengan los mismos sistemas orgánicos, óseos, muscular, sanguíneo y similitud físico-química. De modo que cualquier alteración o desbalance energético-hídrico, trastoca el desarrollo normal y se transforman en lo conocido como enfermedades.

Así como el inmenso e inescrutable Universo es un enigma permanente e inexplorado, profundo y frio, donde sólo se observan estrellas-soles a inconmensurables distancias (Sol, la estrella más cercana, a CL Giga-metros; Nube de Oort -frontera exterior del Sistema Solar situada a IX.XLVI Peta-metros-; Sistema Estrella Centaury: XL Peta-metros) requiriéndose miles de años de viaje para traspasar las fronteras del sistema solar (XVIIIMCDXL años) o arribar al Sistema Allpha Centaury (LXXM años), lo cual hace imposible colonizar otros astros como HidroTerra.

En circunstancias análogas se encuentra el cosmos externo e interno de los seres que viven, se transfiguran, perfeccionan, evolucionan y reciclan en nuestro planeta, sólo que a escala considerablemente menor. Por ejemplo lo visible en los humanos es su semblante exterior y sus órganos bajo la piel pueden ser observados mediante procedimientos electrónicos; pero cada milímetro de materia y energía que integran su cuerpo interior y exterior para fines prácticos es invisible, pues únicamente se observan algunos sistemas celulares a través de poderosos microscopios (ADN)… El contenido mayor hidroenergético del Hombre queda invisible y oculto a la exploración.

Entonces, sin importar el tamaño, las dimensiones, la estructuración, la proporción, el contenido, las substancias, los elementos minerales… observado a simple vista, tanto en detalle como en el visible horizonte terrestre y espacial, resulta ser un milagro indescifrable, con suposiciones, deducciones y/o definiciones de la formación de los recónditos compuestos energéticos-materiales. Hoy, una alteración evidente, es la proliferación de entes invisibles virales que agobian a la humanidad y que tácitamente se pretenden controlar y regular sus daños fisiológicos por medio de insumos bioquímicos (vacunas), cuando la esencia de este desequilibrio orgánico ocasionado por imperceptibles seres energéticos, debe sustentarse en restablecer el balance energético-material.

Sin exageraciones ni sofismas, entender el concepto de vida sería lo máximo que el Homo Sapiens descubriera desde su origen como Australopitecos hasta su avance hacia el Homo Universus. Al considerar que en las eras Paleozoica y Mesozoica –DLXX millones de años a LXV millones de años-, cuando las especies vivas estaban en formación, perfeccionamiento y expansión es realmente extraordinario que los extinguidos Dinosaurios (ovíparos) se fueron convirtiendo en reptiles de variadas dimensiones y características, tanto herbívoros como carnívoros. Así, el dinosaurio herbívoro Apatosaurus pesaba XXXV toneladas y media XXX metros, al compararlo con el dinosaurio carnívoro el Tyrannosaurus-Rex -longitud XIV metros con peso de VII toneladas-, da una idea del enigma y la diversidad que significa la vida surgida de un huevo pletórico de TE transformada en gigantescos animales… Los descendientes de los diversos y ovíparos dinosauros son las actuales aves, anfibios y reptiles.

Además, si se presupone que HidroTerra surgió hace IVMDCL millones de años y su transición hasta los DLXX millones de años (Eones Arcaico y Proterozoico) permitió a microorganismos transportados por los icebergs espaciales encontrar contextos propicios para desarrollarse en tierra como en los océanos, se deduce que estas ancestrales y repetitivas transformaciones generacionales de especímenes y entes de cualquier formación y constitución genética, hizo de la evolución del Australopitecos a los variados homínidos un suceso sui generis en un periodo de tres millones de años (última glaciación) hasta convertirse en el Homo Sapiens; da una perspectiva que después de sucesivas extinciones de fauna, flora y homínidos, renacen siempre nuevas especies con mejores cualidades, ampliadas habilidades y mayor contenido energético e hídrico. Tan continuo proceso constata de forma fehaciente el incógnito cosmos dentro de las semillas germinales de cada transición y evolución existencial

De aceptar e imaginar las inherentes conversiones, transfiguraciones y perfeccionamientos de las múltiples clases de vida, a pesar de la clonación, alteración hormonal y tergiversación de las especies, la existencia terrenal seguirá como una maravilla enigmática, sin posibilidades de interiorizar e investigar su indescifrable y oculto origen. Tal vez esta conclusión se considere inaceptable y en contraposición con importantes avances científicos y tecnológicos. Pero si ahora unos diminutos seres energéticos -unicelulares y multicelulares- tienen a casi todos los habitantes de HidroTerra en impasse, donde la infinidad de armas de destrucción masiva resultan obsoletas, así como los medicamentos y/o substancias bioquímicos, que si bien pueden tener un efecto de control inmediato, a mediano y largo plazo son poco útiles; situación que permite reafirmar el desconocido e inaccesible cosmos viral.

Otro aspecto esencial en la vida terrestre es el agua roja en el sistema circulatorio de los humanos y de la fauna   -lo equivalente en la flora es la clorofila y/o savia verde, que con su follaje pletórico de sensible energía se orienta hacia la luz y el calor para crecer y desarrollarse-. Este líquido rojo confinado y en movimiento, junto con la T.E., es lo fundamental de la existencia. La interrogante es: ¿Por qué la sangre es de color rojo y no clara y transparente como el agua? La respuesta podría ser que está colmada de partículas térmicas combinadas con oxígeno e hidrógeno, además de varios minerales inorgánicos (el fierro al reaccionar con el agua adquiere un color rojizo). Estos componentes adquirieron esa tonalidad de los entes espaciales que llegaron a HidroTerra… Cuando los seres vivos liberan su energía espiritual la sangre reasume -en ocasiones- el tono cristalino del agua.

También el flujo sanguíneo simboliza un enigma como la misma existencia. Si el agua es vida -en particular en su estado líquido… un nuevo ser se desarrolla inmerso en agua en el vientre de su madre- y conforme transcurre la gestación humana y animal, este líquido acuoso por su alto poder energético se convierte en plasma sanguíneo. Explicar el remoto origen de este proceso bioquímico es un desafío complicado e inalcanzable y así permanecerá.

De suponerse su posible descubrimiento se conocería también la génesis de la vida. Desde luego esto es un buen deseo y un objetivo prioritario; sólo que sin respuesta. Como referencia, la menstruación femenina con duración de cerca de XXXV años, además de su función de fertilidad y de procreación, permite reemplazar varias veces su sangre confinada en su sistema circulatorio por renovado flujo sanguíneo, tanto para cumplir con sus funciones de alojar y crear vida en su organismo como por su salud mental y física.  Este portentoso suceso se traduce en que generalmente una mujer vive más -en condiciones y entornos normales- que los hombres.

Existen otros graves problemas externos que agreden y/o confunden la sapiencia vital, como lo son los Grupos de Poder Supranacionales, los cuales se autonombran dueños de HidroTerra y del destino de la humanidad. Con sus variadas modalidades y representantes este omnímodo poder promueve y aplica lesivas acciones para someter y controlar a naciones y sociedades: Económicas, Emisión de Dinero, Medios de Comunicación, Tergiversaciones éticas, Narcotráfico, Homosexualidad, Lesbianismo, Unión entre seres de igual sexo, Libertinaje, Manipulación de microorganismos a fin de reducir la población, Migración, Especulación Financiera, Deudas impagables, Violencia, Criminalidad… despreciando los conceptos supremos universales y la creación divina que mantienen los principios y fundamentos de cualquier forma de vida… Sólo que sus perversas acciones se revertirán contra ellos mismos.

Reflexionar en lo incógnito y maravillosos que distingue a HidroTerra frente al surgimiento de las manifestaciones de vida ancestrales y actuales, ya sea en seres y especies terrestres como aéreas y marinas, aunado al elevado, oculto e incomprensible poder energético, físico, químico y natural contenido en cada partícula, semilla de termo-energía, agua, aire, tierra, se reafirma la similitud con la conformación cósmica en su contenido como en sus funciones energéticas… Así como el vasto firmamento también tiene la figura y estructura esférica, quizás existan formaciones parecidas a la silueta humana. Si es posible esta comparación, se cumpliría plenamente la relación cosmos-humanos y se aclararía el misterio que rodea a ambos portentos de la creación. De preexistir tal semejanza, los órganos vitales: cerebro, corazón… serían análogos y equivalentes en el espacio y en HidroTerra, pero con formación y proporción disímiles según su status, dimensiones y características energéticas-materiales.

Imaginar el significado del milagro energético en los seres terrestres materializado a partir de microorganismos provenientes del profundo, frio y obscuro V.V.V., hasta su evolución y transformación en el actual Homo Sapiens con su eventual transición al Homo Universus se traduce en hechos inusitados, acciones irrepetibles y procesos incuestionables activados por un Poder Supremo, omnisciente, envolvente e integral con las energías C.E. y T.E…

La existencia espacial-terrestre, sin antagonismos ni extremismos, es milagro universal y misterio sin revelar. Sólo el Creador conoce el secreto de los conceptos vitales y la esencia del origen de la vida… El Hombre es semejanza de lo Divino. No de la evolución y transfiguración de los primates.

Manuel Frias Alcaraz

manuel.frias@mexicotm.com

México, D.F. Noviembre de MMXX

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