Hidrógeno. Planificación y Desarrollo

Al considerar que el elemento Hidrógeno es el combustible nuclear universal (TermoEnergía de los soles-estrellas) se infiere, que de su adecuado e intensivo aprovechamiento se propiciaría una nueva era de progreso mundial cimentada en un combustible limpio e inacabable. Para su consecución se necesita una amplia e integral planificación que garantice elegir los sitios con las mejores ventajas y condiciones de ubicación, a fin de optimizar las características y la rentabilidad de los centros-plantas de producción. Es decir, instaurar un positivo y congruente balance-relación energético (producción-beneficio / consumo-costo).

De modo que resulta esencial disponer con abundante agua y energía para economizar su separación del Oxígeno y al mismo tiempo, apoyar-diversificar los procedimientos energéticos de licuefacción, almacenamiento y distribución. Este importante objetivo se lograría al utilizar el valioso potencial hidroeléctrico del sureste del país; región que cuenta con suficientes, constantes y confiables recursos hidráulicos -cuencas de los ríos Grijalva y Usumacinta-, aunado a que su aprovechamiento correcto impulsaría nuevos y modernos centros urbanos, industriales, comerciales y agropecuarios.

Por lo que a continuación se presenta lo fundamental de los principales proyectos y obras de infraestructura básica que forman del Complejo de Desarrollo del Sureste con la intención de que en las riberas e inmediaciones de los grandes embalses se instalen eficientes y competitivas plantas de generación de Hidrógeno, las cuales dispondrían con abundante y permanente energía renovable:

Sistema Hidroeléctrico del río Mexcalapa-Grijalva (SHMG):

Formado por los proyectos (de río arriba hacia aguas abajo): Belisario Domínguez-La Angostura, Manuel Moreno Torres-Chicoasen, Netzhualcoyotl-Malpaso y Ángel Albino Corzo-Las Peñitas, fue construido entre los años de 1959 a 1987. Con un almacenamiento de 37000 millones de metros cúbicos, contribuye con cerca del 30% de los escurrimientos en la planicie costera de Tabasco. Al aportar una capacidad de 3900 megawatts (MW) y producción media anual de 11000 millones de kilowatts·hora (kW·h), requiere sin dilación, de renovados criterios de operación y obras adicionales para fortalecer su participación y presencia interregional, complementado con los siguientes proyectos:

Proyecto Malpaso 2. Quedaría a 28 kilómetros al suroeste del proyecto Malpaso. Su presa crearía en profundos barrancos un embalse de 3750 millones de metros cúbicos. Con capacidad de 540 MW y generación de 1800 millones de kW·h por año, ampliaría la contribución del SHMG en la región sureste, así como la disponibilidad de agua y energía para nuevos desarrollos agroindustriales.

Central Mexcalapa. Es recomendable  si las diversas afectaciones e indemnizaciones lo permiten- construir una central de baja carga. Se formaría con un dique carretero de 13 kilómetros y planta hidroeléctrica con capacidad de 300 MW y generación de 950 millones de kW·h.

Así, al conjuntarse con diversas acciones y el uso racional de los recursos hidroenergéticos, además de prolongar la capacidad y vida útil del sistema  la potencia aumentaría en 43% y la generación en 41%  y revalorarse plenamente las cualidades y ventajas de cada proyecto se fomentarían las actividades turísticas, de esparcimiento, la piscicultura y la navegación en seis excelentes embalses donde en sus márgenes podrían establecerse eficientes industrias de procesamiento de Hidrógeno.

Cuenca del Río Usumacinta. Proyectos de Multifunciones

Para consolidar y ensanchar las acciones del SHMG, resulta primordial conceptuar, planificar y ejecutar en forma integral y coordinada, un trascendente y secuencial programa de construcción de modernos y rentables proyectos de infraestructura básica en la cuenca del río Usumacinta, el cual convierta los riesgos, atrasos e inconformidades prevalecientes en renovadas expectativas de progreso y bienestar. Por su impacto directo en el desarrollo interestatal, generación hidroeléctrica, obtención de hidrógeno y control de inundaciones, destacan varias obras para aprovechar los ríos que ahora libremente fluyen por la planicie, las cuales se sustentarían en los siguientes propósitos:

Presa de Trasvase Salto de Agua. Al transferir los escurrimientos del río Tuliha y los volúmenes almacenados del sistema Tacotalpa-La Sierra hacia el embalse del proyecto binacional Boca del Cerro, haría factible recuperar ricas y extensas tierras para las actividades agropecuarias y acuícola. Su lago artificial, crearía las condiciones apropiadas para construir en las márgenes y en la llanura, modernos centros de población, industriales y agrícolas, y poder instalar una central con 700 MW.

Proyecto Binacional Boca del Cerro. Por construirse sobre el río Usumacinta -el más importante y caudaloso de México-, sería la obra hidroenergética insigne del país. Con almacenamiento de 30500 millones de metros cúbicos y capacidad de 4200 MW para generar 17400 millones de kW·h -67% de la actual producción hidroeléctrica-, que al sumarse con sus invaluables beneficios económicos y sociales (empleo, vivienda, distritos agropecuarios, vías de comunicación, protección ambiental), permitiría que México y Guatemala inicien un amplio desarrollo industrial-comercial-turístico e instauraría las bases para una futura interconexión en alta tensión con los países de Centroamérica y Colombia.

Proyecto Bajatzen. El río Shumulha -que forma parte de la cuenca del río Tuliha-, cuenta con aportaciones prácticamente constantes en toda época que lo hacen muy atractivo para construir un competitivo proyecto hidroeléctrico. Al aprovecharse los rápidos descensos se facilitaría la instalación de una central con 690 MW para producir 2530 millones de kW·h. Asimismo, fortalecería y ampliaría el suministro de energía a los actuales y futuros centros de población, industriales y agropecuarios del Complejo de Desarrollo del Sureste y a la península de Yucatán.

Proyecto Quetzalli. Por localizarse sobre el río Lacantun, contaría con una presa para crear un inmenso lago artificial en las entrañas de la selva lacandona de 570 kilómetros cuadrados y 32375 millones de metros cúbicos. Al controlar los ingentes volúmenes de azolve, sobreelevar los niveles freáticos y aumentar el almacenamiento de los acuíferos, contribuiría a regenerar y proteger la flora y fauna de la reserva integral Montes Azules. Con su aportación energética -1200 MW y 3900 millones de kW·h-, así como el suministro suficiente de electricidad para las actuales comunidades y los nuevos centros de población e industriales, impulsaría decididamente el progreso regional.

Proyecto Pico de Oro. Se situaría entre las dos obras hidroenergéticas más importantes de la cuenca del río Usumacinta: 140 kilómetros al sureste del proyecto Boca del Cerro y 37 kilómetros al noreste del proyecto Quetzalli. Su presa que crearía un lago artificial de 3000 millones de metros cúbicos, permitiría instalar una central hidroeléctrica con 500 MW para producir 2050 millones de kW·h. Su factibilidad y operación quedarían sujetas al proyecto Quetzalli, pues al regular y controlar el embalse de esta obra, los crecientes volúmenes de azolve de la cuenca del río Lacantun se podría tener un funcionamiento seguro, continuo y una larga vida útil.

Proyecto Huixtan I. Situado a 63 kilómetros al oriente de Las Margaritas, aprovecharía el río Santo Domingo afluente principal del río Lacantun. Por sus funciones y ventajas, sería una obra hidroenergética de alta participación, ya que al instalarse una capacidad de 1200 MW y generar 3150 millones de kW·h, ampliaría los planes y programas de desarrollo para el sureste del país. Con su construcción se derivarán diversos beneficios económicos y sociales, como navegación, turismo, piscicultura, control de azolves e inundaciones, además de desarrollarse nuevas comunidades alrededor del futuro lago artificial, el cual tendría una capacidad de 6000 millones de metros cúbico.

Proyecto Huixtan II. Se localizaría a nueve kilómetros al suroeste del proyecto Huixtan I. Con un embalse de 44 kilómetros cuadrados y 1413 millones de metros cúbicos, complementaría el aprovechamiento de los escurrimientos y cascadas del río Santo Domingo. Con una capacidad de 600 MW para generar 1900 millones de kW·h, optimizaría el potencial hidroeléctrico regional.

Proyecto Jattza. Con relación a sus conceptos básicos, tendría una capacidad instalada de 900 MW y producción de 1970 millones de kW·h, lo que garantizaría satisfacer un alto porcentaje de la demanda máxima de potencia y energía para usos urbanos, industriales y agropecuarios. Su lago artificial de 2715 millones de metros cúbicos, sería una económica vía navegable sobre los ríos Tzanconejá y Jataté, así como para fomentar la piscicultura, el turismo y el control de inundaciones.

Central Nance. El sitio del proyecto se sitúa en los Altos de Chiapas sobre el río Tzanconejá. Con una potencia por instalar de 480 MW para producir 1000 millones de kW·h, contaría con un embalse de 360 millones de metros cúbicos. También sería el nodo de concentración de transmisión y distribución regional, aunado a que incrementaría la disponibilidad de potencia y energía de picos. Asimismo, junto con los otros proyectos de la cuenca del río Usumacinta, consolidaría los programas para los nuevos centros de población e industriales en las costas del Golfo de México.

Complejo de Desarrollo del Sureste. Proyectos y Obras de Infraestructura

Proyecto              Potencia         Energía              Factor         Capacidad         Aportación
Hidroeléctrico           MW       millones kW·h     de planta  millones de  metros cúbicos

UsuTulha                4450           18600                  0.48             55040              70100 (a)
Pico de Oro               500             2050                  0.46               3000              24560
Quetzalli                 1200             3900                  0.38             32375              14000
Huixtan I                1200             3150                   0.31                6000                6700
Huixtan II                 600             1900                   0.35                1413                3250
Jattza                        900             1970                   0.25                 2715                3900
Nance                       480             1000                   0.25                  360                1000
Bajatzen                   690             2530                   0.42                  635                2680 (b)
SHMG                     1680             4500                   0.33               10250                3780 (c)

Suma                   11700 (d)      39600 (e)           0.36           111788           129970
 

(a) Lo forman la presa «Salto de Agua» que trasvasaría los caudales del río Tuliha al PH «Boca del Cerro» (6u x 700 MW) y la CH €œChumpán» (5u x 50 MW).

(b) Ante las dificultades sociales y económicas para construir el PH «Itzantún» (660 MW) se convierte en un alterno y atractivo proyecto de generación.

(c) Solamente se incluyen el PH «LV Malpaso 2″ (3u x 180 MW) su almacenamiento y aportación, la CH €œMexcalapa» (4u x 75 MW) y su capacidad. Del PH «Malpaso» la ganancia de los 4000 millones de metros cúbicos y su sobre equipamiento (2u x 270 MW). Del PH «Las Peñitas» su ampliación (2u x 150 MW). La actual producción del SHMG es de 11000 millones de kW·h anuales.

(d) Representa el 26% de la capacidad nacional instalada y 17% más de la potencia instalada de todas las centrales hidroeléctricas en operación y construcción.

(e) Equivale a un ahorro anual de 66 millones de barriles de combustóleo y más del 50% de la producción promedio de las actuales centrales hidroeléctricas en funcionamiento.

Los estratégicos y valiosos recursos hidroeléctricos de las cuencas de los ríos Grijalva-Usumacinta, activarían y respaldarían de manera importante, continua y decisiva los planes y programas en el sureste de México y, simultáneamente, harían viable la instalación de bien planificados y productivos centros urbanos, industriales, comerciales, agropecuarios, piscícolas y acuícola, donde en sus atractivos y grandes embalses se instalarían competitivas plantas de obtención de Hidrógeno.

Sin duda, al propiciarse que la economía se reactive y recicle conforme a actividades productivas y trabajos constructivos se aseguraría aprovechar de manera consciente y responsable las riquezas naturales de México para beneficio de sus habitantes. Con la ejecución del plan propuesto, podrían conciliarse intereses y metas de los sectores oficial, privado y social, a fin de iniciar con renovada visión y mentalidad, una prometedora era de prosperidad y convivencia nacional, donde el conflicto indígena-insurgente del sureste se solucionaría mediante rentables proyectos y procesos industriales.

El Gobierno de la República con este importante y secuencial programa de proyectos y obras de infraestructura básica, coordinado con una legislación clara y precisa, además de que retomaría su función preeminente de promotor, constructor y coinversión -compatible con los nuevos criterios y lineamientos de participación con el sector productivo- fomentaría una conveniente era de progreso sustentada en tecnologías de vanguardia, donde el Hidrógeno -junto con modernos conceptos e innovaciones científicas- asumiría su función universal para ofrecer un alterno horizonte energético.

México, D.F. Mayo de 2007


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