Agua y Energía. Salud Pública

Reflexionar que Agua es Energía y Energía es Agua permite inferir: Toda actividad, función, relación, desarrollo y trascendencia humana queda supeditada a tan significativo e indivisible binomio. Por sus conceptos y alcances, simboliza cualquier expresión de vida en la Tierra y adquiere plena compatibilidad con lo universal. De modo que de su entera comprensión y la esencia de sus virtudes, el Hombre logrará un mejor status energético-material, si su vida está circunscrita en un intervalo de equilibrio con este binomio, lo cual le garantizará bienestar y progreso.

Hacer asequible una comunidad de naciones verdaderamente equitativa, con responsabilidades, obligaciones y derechos compartidos, contribuirá a que países como México proyecten un presente-futuro más prometedor, con diversas oportunidades para decidir-construir destinos propios. Para establecer esta aspiración se requiere revisar a fondo las políticas vigentes de cooperación y desarrollo económico, financiero, comercial, laboral, con lo cual se podrá controlar e impedir que continúe la exacerbación-expoliación de los recursos naturales por parte de los pueblos denominados ricos y, que los pueblos llamados pobres o subdesarrollados, no depreden sus riquezas para comercializarlas e intercambiarlas por divisas de papel y presuponer que así, abandonan la segregación y el atraso.

La adoración por la interdependencia económica monetaria-mercantil y la acumulación de dinero en todas sus manifestaciones y presentaciones, lleva a la humanidad -por soslayar su itinerario universal- a un estado de autodestrucción, derivado de la ambición-avaricia-envidia por el desmedido anhelo de poseer valores bancarios. Si la forma de reciprocidad-colaboración monetarista mundial fuese la correcta para alcanzar la prosperidad y el cumplimiento de importantes objetivos de desarrollo y bienestar humano, entonces no-existirían tan graves desequilibrios entre naciones y pueblos ni guerras por la supremacía y control de los recursos terrestres.

Estar en contraposición con los principios astronómicos, donde toda expresión, transformación, evolución de lo visible e invisible es energía en su concepto más puro y no riqueza material o dinero creado por el Hombre (la materia es consecuencia de la energía), permite afirmar que la humanidad se encuentra en una delicada situación por estar contra la naturaleza y podría sucumbir por aferrarse a especulativas teorías económicas-financieras.

Decir que todo recurso -abundante o limitado- tiene un valor monetario-comercial y, su aprovechamiento y negociación queda sujeto a transacciones mercantiles, más que en los fundamentos energéticos universales, se convierte en permanente competencia entre naciones industrializadas, las cuales consumen los mejores alimentos, agotan yacimientos energéticos -en especial de hidrocarburos- y minerales, fuentes de agua dulce …y los países rezagados para asegurar su existencia sobreexplotan y consumen sus reservas naturales, sean renovables o no-renovables, se les presenta un difuso panorama por la deficiente alimentación, epidemias, contaminación del aire, tierra y agua, la reducción de su patrimonio natural; iniquidad que compromete la convivencia internacional.

En tan dependiente relación de pueblos pero desigual disposición y aprovechamiento de las riquezas terrestres, los países desarrollados exigen -para resguardar y prolongar sus inventarios de energía, alimentos, materias primas- a las naciones que recorren el sinuoso sendero hacia el inalcanzable progreso, reducir el uso de sus propios recursos, argumentando alteraciones ambientales y potenciales pandemias. Ante este dilema, toda transformación y actividad humana debe ser evaluada-valorada en términos energéticos, más que en aspectos monetarias, bienes de capital, ganancias mercantiles, exorbitantes aranceles. La auténtica rentabilidad es el trabajo constructivo, donde el balance beneficio-costo sea positivo y atractivo en conceptos energéticos y no en asuntos mercantilistas.

Dentro de estas injusticias resulta prioritario determinar cuál es la más valiosa aportación del Hombre en el mundo moderno, que asegura-facilita escalar a mejores niveles y calidades de vida y, al mismo tiempo, hace factible impresionantes avances científicos-tecnológicos, los cuales podrían transportarlo a estratos superiores. Si se considera que el Homo Sapiens está constituido por 70% de agua (misma proporción tierra emergida-agua oceánica, lo cual corrobora la relación Universo-Tierra) y el complemento lo forma energía material-espiritual, indudablemente el mayor descubrimiento-invención lo es la potabilización-saneamiento-entubamiento del agua dulce y su abundante distribución, además del control, desagüe y tratamiento del agua residual. Con tan sencilla y vital contribución, la humanidad elevó significativamente sus años de vida y su capacidad de desarrollo.

Así que la mayoría de las modificaciones orgánicas previas a la potabilización del agua, fueron paulatinamente solucionadas mediante eficientes sistemas de almacenamiento, suministro de agua limpia y redes de desagüe de aguas negras. Propagación de epidemias que en el pasado pusieron en crisis poblaciones e inclusive contribuyeron a debilitar pueblos enteros para facilitar su dominio (como aconteció con la pandemia que afectó al Imperio Azteca, diezmado por las enfermedades virales transmitidas por el conquistador español) con la purificación del agua y su amplia distribución se incrementó la calidad y perspectiva de vida, lográndose erradicar enfermedades asociadas al agua sucia y contaminada. Desde luego, óptimos resultados se obtienen con acciones, recomendaciones y programas bien instituidos de higiene, profilácticos, conservación y cuidado del vital líquido.

En países emergentes, tan invaluable aportación resulta limitada, con beneficios definidos según la infraestructura hidráulica-energética-sanitaria disponible y el grado de educación, orden, disciplina, distribución poblacional y respeto por lo natural. En México la alta concentración urbano-industrial en regiones con escasez y contaminación del agua, falta de plantas de tratamiento, regar tierras con aguas negras, usar ríos como de canales de desagüe -en la mayoría de esos cauces también se vierten combustibles y sustancias tóxicas-, convivir con aguas sucias, basura impiden conseguir resultados favorables en el control y erradicación de infecciones y desequilibrios orgánicos, situación que torna urgente instaurar acciones de fondo para mejorar y extender los sistemas de agua y sanidad.

La humanidad no debe seguir supeditada a la economía… Ahora y siempre, la economía tiene que estar al servicio del Hombre, pues toda la riqueza monetaria mundial no-curaría ninguna pandemia generalizada ni reconfortaría el sufrimiento humano. Entre las regiones que demandan políticas de ordenación bien planificadas y coordinadas destaca la zona metropolitana del Valle de México (ZMVM). En la actualidad, además de la creciente restricción de abasto de agua potable se agrega un peligro epidemiológico derivado por la eventual contaminación masiva del acuífero regional por las fugas de las redes de drenaje. Significa, la potencial filtración de aguas negras volvería al recurso natural más valiosos de la cuenca endorreica del Valle de México: El Agua Subterránea casi inutilizable, que al combinarse con la insalubridad en varias áreas sobrepobladas, podrían conducirlo a la ruina y el abandono.

Frente a esta eventualidad la salud pública y privada en la nación -en especial en el Valle de México- se encuentra en entredicho y amenazada. Las políticas oficiales al fomentar el abrumador centralismo, con sus nocivos efectos de expansión territorial y conurbación se traducen en sobre-extracción de agua del decadente acuífero, lo cual complica los daños al subsuelo aluvial (hundimientos, desecación, agrietamientos, fracturas) y a la infraestructura y patrimonio urbano. Este desequilibrio, es más notorio donde los sistemas de agua potable y sanidad son insuficientes; que al conjuntarse con la defecación de miles de personas y animales al aire libre agravan la calidad atmosférica y del agua, lo cual favorece la proliferación de microorganismos patógenos (amibas, bacterias, virus).

Es decir, la falta de higiene en hacinamientos y asentamientos populosos -generalmente rodeados de aguas negras-con abasto anormal de agua, problemas de alimentación, salud precaria, medio ambiente infectado con heces intemperizadas, ayudan a la propagación de fauna nociva (animal y viral). Si gérmenes que anteriormente se desconocían -pero no implica su inexistencia- como el de la gripa común, al encontrar condiciones ideales para fortalecerse en medios insalubres, así como en animales alimentados de manera confinada (bovino, aves, cerdos, carneros) con estimulantes y hormonas para incrementar de forma artificial su producción cárnica, leche, huevos…, hoy evolucionan -acorde a las circunstancias donde se reproducen- a microorganismos más versátiles y resistente.

Lo anterior no son suposiciones o deducciones. Todo ser vivo se desarrolla, transforma y recicla dentro de interminables procesos de perfeccionamiento. Cuando se altera o manipula esta evolución universal-natural, los resultados genéticos que en apariencia son alentadores, pueden acelerar el colapso de la humanidad, pues también los gérmenes están en permanente evolución-cambio como toda especie viva. El Valle de México por su excesiva concentración poblacional y servicios públicos restringidos-rebasados se convierte en una región sensible a contagios virales, en particular en sus áreas más deprimidas y pobres. Si la esencia del virus de la gripa tradicional -con todos los avances de la ciencia y tecnología- no se precisa, ahora se afirma que un germen de origen animal (huésped de los cerdos) ya se alojo en algunos seres humanos. Tal vez es el mismo virus de la influenza-gripa normal pero fortalecido por el propio Hombre a través de métodos adulterados de alimentación a los animales.

De ser así, la supuesta catástrofe viral que se publicita-avecina puede resultar una influenza fortalecida por el mismo germen no-identificado de la gripa común, el cual convive con la humanidad y los animales desde épocas geológicas. En el Universo y la Naturaleza el tiempo no-existe.

De tal manera que esta modalidad de influenza (Gripa Plus) es consecuencia del lacerante subdesarrollo: a) falta de agua potable y obras de drenaje; b) deficiente sanidad; c) excesiva concentración poblacional; d) decreciente calidad del aire, tierra y agua; e) devastación de los recursos y del entorno natural, lo cual lleva al sui generis Valle de México -como a otras dinámicas e importantes regiones- a un previsible colapso… Pobreza no debe significar-implicar Insalubridad y Depredación Natural.

Ante ese horizonte de incertidumbre y el daño ocasionado (nacional e internacional) por la incisiva-reiterativa información de multiplicación viral divulgada por organismos internos y externos, así como la posibilidad de que la prognosis epidemiológica emane de grupos de poder mundial para distraer la atención de otros temas-conflictos políticos, económicos, comerciales y sociales, tornan urgente establecer un auténtico y necesario Proyecto de País.

Dar preferencia a la economía bancaria-monetaria, mantendrá al planeta sumido en una opresiva crisis, donde las razas dominantes recurrirán cada vez más a crear situaciones de temor en selectivas regiones del mundo, como hoy sucede en la vulnerable ZMVM. Sólo que, si en otras épocas ocurrieron pandemias en países distantes (peste negra, bubónica, levantina) por la convivencia y consumo de agua contaminada y de mala calidad; ahora, a pesar de las deficiencias sanitarias, el Valle de México no debe ser un gigantesco laboratorio experimental. De ahí que la pregunta clave ¿Quién triunfará en esta pertinaz guerra: El Hombre o los virus?… ¿Por siempre convivirán?           

Afrontar las onerosas y recurrentes situaciones de emergencia hidráulica, energética y de sanidad, por medio de acciones, planes, programas y obras correctamente definidos, conceptuados y coordinados con el Proyecto de País México Tercer Milenio (www.mexicotm.com) se podrán revertir, resolver y eliminar impedimentos que tienen postrado y con destino incierto al país. Por ningún motivo es aconsejable seguir sobreviviendo con costosas controversias políticas, económicas y sociales. La República no es un ente a la deriva ni un estado ingobernable.

La consecución de un México nuevo, moderno y bien planificado es totalmente factible. La oportunidad de un cambio profundo arribó al corazón del país. Con imaginación, determinación y voluntad, traducidas en trabajos productivos, actividades constructivas y estrategias integrales, la nación resurgirá más unida y fortalecida.

México, D .F. Abril de 2009


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